El sitio está situado en las tierras bajas de turba de Hanság, que era un extenso complejo de humedales inundado periódicamente por los afluentes de los ríos Danubio y Rába hasta que fue drenado con fines agrícolas en el siglo XIX. En 2001 se inició un programa de restauración de los humedales con apoyo de los Países Bajos para crear zonas de aguas abiertas, carrizales y comunidades vegetales dominadas por gramíneas altas en los pólders agrícolas. En poco tiempo la zona se convirtió en un importante hábitat para aves rapaces tales como el águila moteada (Aquila clanga) y el halcón sacre (Falco cherrug), que están amenazados a escala mundial, así como un lugar de anidación y alimentación para aves acuáticas tales como la focha común (Fulica atra) y el porrón pardo (Aythya nyroca). El sitio también es un importante lugar de invernada para muchas aves migratorias: acoge a más de 20.000 aves acuáticas, entre las que figuran más del 1 % de la población biogeográfica del ánsar careto (Anser albifrons) y el ánsar común (Anser anser). Las aguas someras son un importante lugar de desove para los peces. La nutria europea (Lutra lutra) y el castor europeo (Castor fiber) se reproducen en la zona desde su restauración. El sitio juega un importante papel en la recarga de los acuíferos y el control de las inundaciones. En las zonas circundantes, las actividades agrícolas y de recreo intensivas así como la extracción de turba tienen efectos adversos sobre las características ecológicas del sitio. El Parque Nacional de Fertö-Hanság realiza un seguimiento ecológico para garantizar una buena gestión ambiental a largo plazo.